viernes, 29 de mayo de 2009

Crimen XX

Ser mujer es un crimen. Ya lo he pensado miles de veces y no se para que me empeño en buscar un centro, en aquello de grow-inhalar... todo vale un pepino, ningun centro, spa, año nuevo etc., me puede arrancar de encima las toneladas de mierda que durante casi 31 años me han vaciado novios, amigos con derechos y sin deberes, un ex-esposo, amantes y demás... esos enemigos que quiero y que mantengo más cerca. Enemigos que no se que son enemigos. Ellos estan enmascarados bajo el manto de mi pasión, con mi absurda necesidad de sentirme querida, de ser alguien en la vida del otro, calar, pertenecer, permanecer y joder. Porque todo empieza tan lindo y rosadin para que después se transformen nuestras intenciones, y ya no seamos incondicionales sino que mas bien saquemos nuestro egoísmo: arma blanca y punzante, la enterramos en el corazón de esa criatura que sabemos indefensa porque por amar nos hacemos vulnerables y abiertos.

Y lo sé porque me he cortado, lastimado, apuñalado espiritualmente en nombre del sacrificio por otro, por la compañia, ser leal.
Me he negado la felicidad, ser individual, mutilando sueños y mi vida para después arrepentirme.
Varios tipos me han dicho que ser mujer tiene sus ventajas. Porque las mujeres manipulamos con el sexo, una falda corta o un escote. A ellos les digo lo siguiente:

En esta suciedades (o sociedades) donde ser extrovertida es ser puta y si te gusta el sexo eres perra, ser introvertida es ser pendeja, recatada es ser frígida, donde tener carácter te convierte en cuaima pero si eres sumisa eres una inútil dominada.
Donde si ganas buen dinero es porque te acostaste con todo el personal (incluyendo la catirota ejecutiva para satisfacer el morbo de todos).

Donde manejas mal porque tienes cuchara, en vez de una carne que te cuelgue, donde siempre que camines ven pasar a un trozo de carne para vaciar su ridícula descendencia; cuando esto sucede tienes la obligación de hacerlo sentir machote, el semental: gritar y gemir y que se caiga el mundo y las paredes y que esas paredes aplasten tus orgasmos a medio camino (si no acabas es porque eres frígida, ya que el solo hecho de que te metan esos 6 centímetros de carne ya es suficiente para gritar, aplaudir y venerar la hombría).

Estoy harta que por mujer piensen que me acuesto con mis amigos. Que me digan cuaima porque no me calo ninguna estupidez. Que por mujer soy histerica, que por mujer lloro, me arrecho, me quejo, todo por ser mujer. Nada se justifica. Nada es humano ni producto de una reacción, todo es porque nací con vagina y es allí donde debo guardar toda la impotencia que me han hecho sentir uno a uno.

No basta con ser la tipa que te mantiene cuando no tienes nada, que cuando llegas mamado te lo mama y te anima, que siempre hace dieta para que nunca te fijes, pero si te fijas de cualquier avestruz que te pasa por un lado, eres un cazador de culos, eres un macho apatecible y todas tienen derecho de tu manjar, que importa irrespetar tu mujer si al final es tu naturaleza revolcarte… son miles de cosas que no caben aquí ni en ninguna parte de tu cerebro mullido.

Dicen que nunca nos van a entender y sucede que nunca se han hecho esta propuesta, asi como se concentran en un juego de pelota y se babean de la emoción ,así deberían de seguir nuestras ideas, conversación real y sin desviarse al escote. Así si se entedirían las cosas llamando todo por su nombre, sin ser machos o cobardes porque el poder de universo no reside en su glande.

Nos llaman amigas cuando tienen 11 meses tirándose la amistad, nos llaman novias cuando ya no queremos ser sus amigas, nos hacen esperar en sus largos siglos mentales porque quieren vivir su vida a SU MANERA… se han preguntado ¿qué quiere esta perra de mi? ¿será que buscamos vainas diferentes?… y por no saber que quiere nadie pasan cosas que nadie busca y la culpa es de la mujer que obstina, que te acorrala, que persigue.

Expliquen, hablen, deliberen, utilicen esa parte cerebral que esta oxidada, masturba tus ideas y eyaculame la cara virgen de esa inteligencia masculina.
No somos mas que seres humanos, de la misma especie y deberíamos ser del mismo equipo, pero siempre esta guerra absurda que se cuece nos separa, volviéndonos enemigos y hablando idiomas diferentes…

Hablo por mi con la voz que hasta sangre tiene; porque ser mujer a veces sabe a sangre, sabe a dolor, frustración y definitivamente yo ME NIEGO a parir a ninguno de mis amantes.

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